El agua ama los materiales nobles. 

El vidrio es el principal componente de los revitalizadores de Pulsos de Vida. El vidrio es un compuesto que se encuentra en la naturaleza, en la forma de vidrio volcánico u obsidiana. También puede ser producido por el hombre, mezclando arena de sílice, carbonato de sodio y caliza a altas temperaturas. Al contener arena de sílice, es decir cuarzo en una estructura molecular más básica, el vidrio tiene un pulso vibratorio claro. Este pulso vibratorio puede ser intensificado y focalizado dependiendo de la forma en la cual se disponga el material. Esta es la razón por la cual nuestros revitalizadores, diseñados en base a la Proporción Áurea, generan una resonancia armónica que produce el aumento en el nivel vibratorio del agua y por lo tanto su reestructuración molecular y revitalización.

Por otro lado también se utilizan diversas maderas, corcho, caucho y biomasa compostable, todos ellos de origen natural y, por supuesto, biodegradables. En particular la biomasa compostable es un compuesto derivado de la caña de azúcar, certificado en Europa, que se degrada totalmente en compost antes de un plazo de 6 meses.

La madera del pino suizo (Pinus cembra), por su parte, contiene aceites esencial volátiles que, cuando son difundidos en el aire, tienen un efecto benéfico en el cuerpo, mente y espíritu. Al inhalarlos, profundiza la relajación, dilata las vías aéreas y evoca a tus sentidos los aromas de un bosque.

En una zona del Tirol, en Suiza, tradicionalmente se construía una habitación recubierta de esta madera en cada hogar, la cual se utilizaba para reestablecer la salud de sus moradores (incluidos niños e infantes) para que pudieran reposar y mejorar rodeados de las maravillosas propiedades relajantes del pino suizo. Aún hoy esta práctica se realiza en algunos lugares. Las personas que viven en los Alpes conocen de ello, por lo que construyen camas, cunas y otros muebles de habitación con esta madera. Por esta razón se le llama la “Reina de los Alpes”.